Jueves 26 de julio de 2018 (Roncesvalles – Zubiri)
Sobre el papel 21.5km, pero realizados 30.3km (Roncesvalles – Burguete – Espinal – Alto de Mezkiritz – Guerendiain – Lintzoain – Alto de Erro – Zubiri)
“Pues va a resultar que no estaba con tanta fuerza como pensaba anoche. Primera etapa cubierta, pero ya me han cambiado todas las sensaciones.
La etapa ha sido preciosa, saliendo del albergue de Roncesvalles parecía que acababa de salir de una máquina del tiempo que me había trasportado directo a la Edad Media. Y con gusto habría cogido un carromato tirado por mulas, pero una vez vi al primer peregrino fosforito de arriba abajo desperté.
Arranqué a las 06:30am y fui de los primeros, todavía no tengo cogido el horario peregrino, pero ya me habituaré. Internándome por el Bosque de las Brujas (literal) llegué al primer pueblo, Burguete, donde paré a desayunar. Voy mentalizado con desayunos potentes, no como los que hago en Madrid de café bebido, o sea que sentadito, me hice con unas barritas con tomate, un plátano y un café con leche y miel. Preparado para continuar.
El resto del camino lo hice a campo abierto por buenos senderos, no sin antes colarme un par de flechas que no tengo ni idea donde me llevaban, pero que una lugareña tuvo a bien corregirme, y yo se lo agradezco 😊. Y a buen paso y disfrutando del camino, pensando que esto no era para tanto, llegué al Alto de Erro, al cual no conocía por mi empeño en dejar de lado las guías que te avisan lo que te puedes ir encontrando por el camino. Lo bien que iba hasta entonces y lo mal que lo he pasado con mis débiles tobillos durante la bajada empedrada. Aun así, me he permitido llegar el primero a Zubiri. Los pies me han respetado mucho, creo que gracias a llevar las zapatillas con un número más y los cuidados con la vaselina y la crema hidratante, pero esto es sólo el principio 😊.
Pero el problema de hoy lo he tenido al llegar. He ido de rapidillo toda la jornada, sin darme cuenta que los albergues abren a las 13:00h, que es la hora a la que se supone un peregrino deja de caminar, y a parte de esperar hora y media, el albergue está un poco cochambroso (nada que ver con el de Roncesavalles) y veremos cómo se da la noche, porque tiene pinta de haber calor condensado de días 😊.
Menos mal que en este sitio, donde tampoco hay mucho que hacer, he coincidido con dos peregrinos (mira que no lo he buscado) con los que me he ido a cenar un poco de queso y algo de fruta en unas mesitas en la orilla del río (Ángeles y Iosu).
Velada muy tranquila y con muchas ganas de más. Lo único que me preocupa en este momento es qué sorpresa tendrá preparada mañana para mis tobillos.
Quizás no haya sido tan buena idea no planificarme las etapas con una pequeña guía 😊.”
Comments