Sábado 04 de agosto de 2018 (Agés – Burgos)
Sobre el papel 23km, pero realizados 35.3km (Agés – Atapuerca – Villalval – Cardeñuela Riopico – Orbaneja Riopico – Castañares – Burgos)
“Tenía razón todo el mundo cuando decían que no era una etapa bonita. La verdad que se me hizo corta. Salí temprano con Ton, hicimos una parada a medio camino y llegamos a Burgos de los primeros.
Etapa en la que me dio por pensar caminando cómo estaba haciendo las cosas, si debía o no seguir con compañía, si ese era el propósito que había venido a buscar al camino. ¿Hacerlo solo o acompañado? Todo el año estuve planeando una mayor introspección, pero el destino viene dado.
Burgos no lo había visto tan bonito como lo he visto hoy. La verdad es que el recuerdo que tenía venía ligado a cómo lo debió pasar papá al venir por aquí durante tanto tiempo casi a diario a darse la radio, y supongo que no ayuda el que casi no le pudiera acompañar en ninguna de las sesiones.
Pero hoy ha sido distinto. Supongo que papá me ayude a borrar los malos recuerdos para quedarme solo con lo bonito.
Por lo cual, fiándome de lo que me comentaron Eva y Ricardo ayer, nos hemos alojado en el nuevo albergue municipal justo detrás de la catedral (increíble y muy moderno), hemos comido en la zona de tapas, en “El Morito”, nos hemos comido un helado artesanal en la orilla del río, me he echado una pequeña siesta, he ido a visitar el Monasterio de las Huelgas (que no sabía que era tan bonito), he vuelto a cenar con Ton al casco viejo, me he despedido de Katie y de Catherine que acababan su camino en Burgos y he recibido la visita de Pablo con el pequeño Mateo.
Día muy completo que me ha ayudado a despejar fantasmas.”
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