Miércoles 22 de agosto de 2018 (San Paio – Santiago de Compostela)
Sobre el papel 12.3km, pero realizados 20.6km (San Paio – A Lavacolla – San Marcos – Monte do Gozo – Porta do Camiño – Santiago de Compostela)
“Y por fin, conseguido 😊. Objetivo cumplido.
Escribiendo desde un hotel 5* invitación de Nico. No sé qué escribir porque todavía no me lo creo. Es como si no hubiera llegado. Ahora me vienen a la cabeza las frases de que la llegada a Santiago te quita algo que tienes, que es tu peregrinaje. Llegas a Santiago y dejas de ser peregrino. Mañana comienza tu realidad de nuevo.
Pero bueno, mañana sacaré conclusiones. Hoy ha sido muy especial. Sin haber madrugado demasiado, estábamos saliendo de casa a las 08:00h, el camino se ha hecho muy asequible, y lo que es mejor, para Nico, que tenía alguna agujeta y ampolla, también se ha hecho llevadero.
Sabes que la etapa la tienes acabada en tres horas y eso te anima a ir fuerte y ligero. Por lo que parada obligada a desayunar, pero ya todo dispuesto a entrar en Santiago.
Llegando a Monte de Gozo, y viendo Santiago de lejos, es como si te dejaras caer, intentando vivir el momento. Fotos para recordarlo y de nuevo rumbo hasta la Plaza del Obradoiro.
Muchas cosas por hacer, muchos pensamientos, todos a la vez, y cuando estás entrando por el arco de la plaza, te das cuenta que lo has conseguido, que llevas encima más de 1.000km en las últimas cuatro semanas, que has tenido momentos muy malos, pero que siempre has contado con ayuda externa, en este caso de papá, y te derrumbas.
Una vez allí, vídeo de rigor, abrazos varios con peregrinos con los que he ido coincidiendo, y a pensar en Nico también, agradecido de que me haya podido acompañar en este día tan especial.
Todavía quedaba el regalo del hotel, un pedazo de cena en el gallego que no tenía traducción al español 😊 y mi primer Gin tonic del Camino.
Gracias papá”